Gracias. La única palabra posible para vos es gracias. Para vos y para todos los que te acompañaron en este camino. Gracias Mauricio.
Gracias por darle la esperanza al hincha de Racing. La esperanza de saber que algún día Racing puede llegar a estar en lo más alto.
Gracias por devolvernos la identidad. Aquella que los más viejos dicen que con el paso de los años se estaba perdiendo.
Gracias por unir una institución totalmente partida. Gracias por acompañar a la hinchada en el día más triste de todos, por acompañarnos en cada segundo de dolor.
Gracias por permitirme ver con mis propios ojos el mejor campeonato de toda la historia de Racing.
Ni vos ni nosotros queríamos que esto terminara así. De todas formas, mi más sincero deseo que te vaya muy bien en todo lo que te plantees. Igual no te voy a mentir, estoy enojado. Pero no contigo. Si no con un club que puede estar metido en el medio. Un club que se dice "ético".
A vos te debo el agradecimiento más eterno. A vos, al Profesor Alejandro Martínez, y a los AT. Bruno Piano y Mario López.
Se merecen triunfar en todos sus proyectos. Recuerdo aquella primera nota horas más tarde de llegar al club, donde conocí un poco más de aquel lateral-volante que en sus épocas de jugador jugaba "con la cabeza". Resultó ser que también como entrenador jugaste con la cabeza. Llegaste con mucha confianza pero un poquito descreído de vos mismo (o eso me pareció a mí por momentos de aquella nota), y eso se notaba cuando hablabas de tus experiencias previas (sobre todo la de Sol de América). Recuerdo una frase que me quedó grabada en la memoria por mucho tiempo: "Yo se que en Racing hay carencias, pero quiero colaborar para el club dé un salto". ¡Sí lo habrá dado!
En materia deportiva y edilicia el club mejoró gracias a vos y esas ganas que tenías que Racing pasara de ser un club chico "a uno en desarrollo" (sic, nota realizada por mí tras el partido con River -23/11/2014).
Espero que esto no sea un "chau", si no, que sea un "hasta luego", y que tal como me dijiste en la primera nota que te hice (que duró 1 hora con 45 minutos, de hecho), cada vez que pases por la puerta del club la voz de tu conciencia grite bien fuerte para tus adentros "esperame que ya vuelvo".
En Racing lograste todo lo que te planteaste.
Tu primer objetivo era salvar al equipo del descenso. El 11 de mayo en el Saroldi, le ganamos 2-0 a River con goles de Agustín y Leandro Ezquerra y con una fecha de adelanto, no pensamos más en al tabla de abajo.
Después, te planteaste hacer jugar bien al equipo. No necesito ejemplos.
A la vez, le propusiste un pacto al plantel. Querías hacer historia. Con la victoria ante Peñarol del 7 de diciembre (3-2 con goles de Daniel Acosta x2 y el Toro Fernández -tras ir 0-2 abajo-), llegábamos a 32 puntos (campaña de campeón), logrando así la mejor campaña histórica del plantel, superando los 29 puntos de Juan Verzeri en el Torneo Clausura 2009.
También querías que Racing no mirara más la tabla de abajo. En tu estadía en Racing sumaste 56 puntos en 30 partidos jugados (producto de 17 partidos ganados, 5 empatados y 8 perdidos). Si ese colchón no te da tranquilidad...
Tuviste buenos y malos partidos. Ahora recuerdo grandes momentos como el 4-2 de atrás a Danubio en Jardines del 16 de agosto, el ya mencionado 2-0 a River del 11 de mayo, el 4-1 a Cerro en casa del 24 de agosto, el 3-2 a Peñarol del 7 de diciembre, o (el que es para mí el mejor de todos) el 3-2 agónico a Fénix de visitante del 16 de noviembre.
No puedo olvidarme de los triunfos agónicos ante Wanderers el 13 de septiembre, ante Tacuarembó el fin de semana siguiente, y ante Rampla el siguiente a ese.
Pero también hay que hablar de los otros. Porque tampoco me voy a olvidar del 1-2 agónico ante Danubio en Jardines del 19 de abril (con gol nuestro a los 89' incluído), el 0-3 contra Fénix en Sayago del 16 de febrero, o el 1-6 ante Defensor del 5 de octubre. Esto no es un palo hacía vos, si no, es para que veas que hay hinchas que tenemos memoria de todo.
Aunque, dejame decirte algo, en este momento, pesa mucho más todos los lindos momentos que pase. Como por ejemplo, volver a treparme del alambrado como cuando tenía 5 años después del gol a Tacuarembó y fundirme en un abrazo con Juan Pablo como si fuera un hincha más, o romperme la garganta gritando el tercer gol de Agustín contra Danubio, o el de Mauricio contra Rampla, o los de Damián contra Fénix o Wanderers.
Podría decirte muchas cosas más, pero vos sabes que sos bienvenido siempre en este club (TU club). Además, todo esto podes resumirlo en dos palabras. Simplemente gracias
